lunes, 15 de julio de 2013

FELICIDADES ANGEL...

un día magnífico....

y nuestro amigo Angel Muñoz nos invitó.....

lo de menos era la comida.....

el restaurante excelente...Adrede, en Juan de Mena 10.... 

chorizo, setas, ensaladilla, quiche, bonito con tomate... solomillo de gamo... un festejo...




soplando la incógnita.....








una tarta de chocolate estupenda......


y... no me extiendo más...

la base de la tertulia fueron pensamientos realistas de mi admirado Carlos Perera...

y...

un regalo en forma de epístola 

de nuestro poeta Eduardo Bernabeu... que transcribo....

EPÍSTOLA A ÁNGEL MUÑOZ POR UN DÍA SINGULAR





En Madrid, para el 15 de julio de MMXIII







Querido Ángel, hasta el último momento he dudado sobre la fórmula literaria a elegir para evocarte en este día único e inevitable para ti, como salutación y agasajo por los setenta tacos que te caen encima; que no son pocos ni muchos, vete a saber. En un primer impulso pensé hacerlo por medio del soneto; con detalles quevedescos, me dije. Después reflexioné y finalmente opté por la epístola. Y me he decidido por esta modalidad porque es familiar, testimonial e íntima, y porque se construye en prosa, y porque hace menos sublime las cosas que la poesía, y porque las deja más cerca del suelo que pisamos; por todo ello creo que es la más apropiada para tu condición. Así, además, me puedo permitir reivindicar el género y hacerlo resurgir, ya que es una expresión literaria excelsa, poco conocida salvo por quienes amamos la literatura.

Pues bien, Ángel, de esta manera te digo que en esta etapa de tu vida puedes sentirte gozoso por conservar valores que son deseables poseer. Yo, que sé de ti desde hace mucho, te reconozco como un hombre hábil, astuto, sagaz; taimado, a veces (debo admitir que son características que yo siempre las he poseído mermadas, pero que en ti admiro porque has sabido convertirlas en virtud). Y también sé que eres generoso, buen amigo y honesto, lo que me hace tenerte un aprecio especial.

Sigo diciendo de ti, aunque sobre aspectos menos metafísicos, más frívolos, quizá, y afirmo que por lo que también debes sentir contento es por tu vitalidad mantenida, por tu buena forma física, por tus ademanes entusiastas que muestras con frecuencia y, por qué no, por esa curvatura abdominal que no ocultas. Todos estos detalles son significativos y delatores de un talante lozano y epicúreo que te permite, sin duda, bien comer, bien beber y bien copular. Bien vivir, en suma.

Y en añadidura, a las mismas conclusiones llego al haber comprobado que eres un magnífico tertuliano; dices y escuchas, escuchas y dices. Posees una facultad ingénita que no es muy común encontrar, la de ser ameno y divertido. Por referirme a razones concretas, te digo, Ángel, que eres un excelente contador de chanzas, chascarrillos y sucedidos, hecho que tenemos que agradecer quienes te acompañamos en distintas situaciones. Solamente, y por poner un reparo, pienso que, cuando nos deleitas con tus agudezas, no deberías explicarlas al final; ten en cuenta que si hay alguien que no ha comprendido al instante alguna de ellas, tampoco la comprenderá bien tras la exégesis última que sueles ofrecer y, por otro lado, pierde para el confuso una buena dosis del placer que nace del misterio indescifrable y morboso que produce la ignorancia. Bien, pero no tomes este comentario en serio, que es una de esas cosas mías sin interés.

Ángel, esta epístola es por ti y para ti, lo que significa que puedes disponer de ella como te plazca: léela, enséñala, publícala, véndela…, incluso rómpela, si lo deseas. En el caso que te decidas por la venta y resulte buen negocio, sé bondadoso y resérvame una comisión; no sé, lo habitual, tú sabrás, que de estos asuntos eres tú quien mejor conoce.

Abandono estas últimas reflexiones vanas y recalco finalmente que la importancia hoy la tienes tú y la causa que celebramos tus amigos, es decir, tu aniversario, razón y tiempo oportunos para recordarte lo que deseo para ti en cualquier otro momento, que es lo mejor. Igualmente te expreso la profunda satisfacción que siento  por poder seguir compartiendo contigo cercanía, mesa, amigos y muchos momentos.

Pues todo esto, Ángel. Y más.

Un fuerte abrazo.









Eduardo BERNABÉU TERROBA   













nos vemos este miércoles en goya 110... "La Huerta de Goya"

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