y nuestro amigo Angel Muñoz nos invitó.....
lo de menos era la comida.....
el restaurante excelente...Adrede, en Juan de Mena 10....
chorizo, setas, ensaladilla, quiche, bonito con tomate... solomillo de gamo... un festejo...
soplando la incógnita.....
una tarta de chocolate estupenda......
y... no me extiendo más...
la base de la tertulia fueron pensamientos realistas de mi admirado Carlos Perera...
y...
un regalo en forma de epístola
de nuestro poeta Eduardo Bernabeu... que transcribo....
EPÍSTOLA
A ÁNGEL MUÑOZ POR UN DÍA SINGULAR
En
Madrid, para el 15 de julio de MMXIII
Querido
Ángel, hasta el último momento he dudado sobre la fórmula literaria a elegir
para evocarte en este día único e inevitable para ti, como salutación y agasajo
por los setenta tacos que te caen encima; que no son pocos ni muchos, vete a
saber. En un primer impulso pensé hacerlo por medio del soneto; con detalles
quevedescos, me dije. Después reflexioné y finalmente opté por la epístola. Y
me he decidido por esta modalidad porque es familiar, testimonial e íntima, y
porque se construye en prosa, y porque hace menos sublime las cosas que la
poesía, y porque las deja más cerca del suelo que pisamos; por todo ello creo
que es la más apropiada para tu condición. Así, además, me puedo permitir
reivindicar el género y hacerlo resurgir, ya que es una expresión literaria
excelsa, poco conocida salvo por quienes amamos la literatura.
Pues bien,
Ángel, de esta manera te digo que en esta etapa de tu vida puedes sentirte
gozoso por conservar valores que son deseables poseer. Yo, que sé de ti desde
hace mucho, te reconozco como un hombre hábil, astuto, sagaz; taimado, a veces (debo
admitir que son características que yo siempre las he poseído mermadas, pero
que en ti admiro porque has sabido convertirlas en virtud). Y también sé que
eres generoso, buen amigo y honesto, lo que me hace tenerte un aprecio
especial.
Sigo
diciendo de ti, aunque sobre aspectos menos metafísicos, más frívolos, quizá, y
afirmo que por lo que también debes sentir contento es por tu vitalidad
mantenida, por tu buena forma física, por tus ademanes entusiastas que muestras
con frecuencia y, por qué no, por esa curvatura abdominal que no ocultas. Todos
estos detalles son significativos y delatores de un talante lozano y epicúreo
que te permite, sin duda, bien comer, bien beber y bien copular. Bien vivir, en
suma.
Y en
añadidura, a las mismas conclusiones llego al haber comprobado que eres un
magnífico tertuliano; dices y escuchas, escuchas y dices. Posees una facultad
ingénita que no es muy común encontrar, la de ser ameno y divertido. Por
referirme a razones concretas, te digo, Ángel, que eres un excelente contador
de chanzas, chascarrillos y sucedidos, hecho que tenemos que agradecer quienes
te acompañamos en distintas situaciones. Solamente, y por poner un reparo,
pienso que, cuando nos deleitas con tus agudezas, no deberías explicarlas al
final; ten en cuenta que si hay alguien que no ha comprendido al instante
alguna de ellas, tampoco la comprenderá bien tras la exégesis última que sueles
ofrecer y, por otro lado, pierde para el confuso una buena dosis del placer que
nace del misterio indescifrable y morboso que produce la ignorancia. Bien, pero
no tomes este comentario en serio, que es una de esas cosas mías sin interés.
Ángel, esta
epístola es por ti y para ti, lo que significa que puedes disponer de ella como
te plazca: léela, enséñala, publícala, véndela…, incluso rómpela, si lo deseas.
En el caso que te decidas por la venta y resulte buen negocio, sé bondadoso y
resérvame una comisión; no sé, lo habitual, tú sabrás, que de estos asuntos
eres tú quien mejor conoce.
Abandono
estas últimas reflexiones vanas y recalco finalmente que la importancia hoy la
tienes tú y la causa que celebramos tus amigos, es decir, tu aniversario, razón
y tiempo oportunos para recordarte lo que deseo para ti en cualquier otro
momento, que es lo mejor. Igualmente te expreso la profunda satisfacción que
siento por poder seguir compartiendo
contigo cercanía, mesa, amigos y muchos momentos.
Pues todo
esto, Ángel. Y más.
Un fuerte
abrazo.
Eduardo
BERNABÉU TERROBA
nos vemos este miércoles en goya 110... "La Huerta de Goya"
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